Confusión del buen criterio por la hipocresía
En
qué momento nos comenzamos a sentir atraídos por alguien. Qué parámetros son
los que deciden qué es lo físicamente correcto y qué es lo políticamente
incorrecto. Dicen los que se conocen a sí mismos que realmente el físico no
importa, que lo trascendente en una relación sentimental es el interior y la
conexión entre dos personas.
Por
desgracia es más ciego el que no quiere ver, y es más cretino el que no quiere
reconocer. Disfrazamos el buen gusto por la elección de esa persona con la que
queremos compartir una noche de pasión, lujuria, desenfreno y el
correspondiente cigarrito de después; con la hipocresía de poder conseguir lo
que nos venden las películas pornográficas y los anuncios de colonia. ¿no sería
mas fácil y menos hiriente reconocer que nos gusta un buen cuerpo en vez de una
buena persona?
Puedes
ser la persona más inteligente del mundo, encajar a la perfección con los
gustos de la otra, e incluso vencer el salto generacional y atreverte a conocer
a esa persona que puede ser tu padre (o tu madre); pero luego ocurre que todo lo
bueno que hay en ti se vuelve en tu contra por algo que ni siquiera a ti te
afecta, pero puede llegar a humillarte…el físico.
Me
parece tan paradójico como absurdo que una persona vaya de ‘’guay’’ por la vida
con el discurso de ‘’soy un poco mayor, ¿de verdad que no te importa?’’ o mi
favorita ‘’que simpático eres’’….¿simpático? En el comienzo de las relaciones
intentamos buscar lo que siempre nos ha apartado de la gente, una personalidad
con fuerza, alguien que nos atraiga, pero en vez de eso, una vez entablado el
contacto con la persona, los hay que se echan atrás por un canon de belleza no
aceptado (decir ‘’defecto’’ no sólo es insultante y poco ético sino que una
barriga aquí o una celulitis allá no es un defecto…es sólo una parte del
cuerpo).
Podemos
hacer la pregunta de ‘’cuánto te mide la polla / las tetas’’ o ‘’cuánto tiempo
aguantas en la cama’’ y si la respuesta es satisfactoria decidimos mostrarnos interesados en conocer a esa persona pero cuando nos cuentan si usa un par de
tallas de mas o rasgos de su personalidad que no importan a la hora de comenzar un contacto con alguien, que no una relación, no nos importa tener un par de neuronas de menos y negarnos a
conocer a esa persona con la que podemos encontrar la compatibilidad anhelada
en la cama.
O
mejor aún, renunciar a una pareja perfecta para con nosotros porque usa dos
tallas mas de pantalón…¿qué sociedad es la que estamos creando? Permitimos que los
guapos tengan voz y los feos deban esforzarse para tener un suspiro. Juzgamos y
cuestionamos la integridad de las personas porque en vez de pesar lo que pone
detrás de la coma en la altura, se pasa de diez, y sin embargo al verle en
persona o en fotos decidimos darle la oportunidad, pero al escuchar el peso nos
apartamos…que pasa qué hay personas de tres cifras en el peso destinadas a
aplastar a las que tienen la suerte de tener dos cifras. Vemos a una chic@
gordo/a y juzgamos las facciones de la cara, usando expresiones tan ofensivas
como ‘’mira ese/a cara de bulldog, cómo puede tener amigos con esas facciones tan
rudas’’ o al ver a una persona ‘’entrada en carnes’’ (menudo eufemismo) damos
por sentado que no puede ser de una forma y debe ser de otra, que no merece la
pena sentarse al lado suyo por si acaso sucede un prejuicio u otro.
En
qué momento de nuestro supuesto pensamiento lógico decidimos comportarnos de
manera tan irracional. Cada uno es libre de pensamiento, eso por supuesto, no
seré yo quien diga donde se haya la integridad moral de cada uno, pero lo que
resulta patético es que se llegue a la situación de ‘’quiero conocer a alguien,
quiero encontrar a esa media naranja…pero quiero que esté buenísima sino no me
gusta para mí’’
Sé
que se habló de aceptación personal, aceptación al prójimo pero ¿cuándo es
inaceptable lo que nos venden?. Te hablan de alguien que es no perfecto pero si
‘’encajable’’ contigo, y comienzas a hablar bien por el bien visto e-mail o por
el rechazado chat, conversas, dialogas sobre gustos, aficiones, pasiones
ocultas, deseos laborales…llegas incluso a tener mas en común con ese desconocido
que con tus mejores amigos, y la conversación numero 27 desde el día que os
conocistéis concluye con un ‘’porqué no dejamos la cam y buscamos un hueco en
nuestras agendas para vernos’’; llega el gran momento, la desesperación actual
se disfraza de una pequeña gran emoción de decir ‘’umm parece que al menos
habrá segunda cita’’ te paras en seco y piensas ‘’hay que tener los pies en la
tierra…pero ¿porqué no? Si nos entendemos a la perfección’’ y cuando os
conocéis tanto por uno como por el otro lo primero que miramos es si me gusta
como viste, si sonríe bien o mal, si el pelo sigue o no la dirección del viento
o del gel fijador, si pesa mas o menos que yo, si su barriga hace juego con
nuestra cama…¿en qué momento la expresión de decir ‘’tengo buen gusto
eligiendo’’ se convirtió en hipocresía? ¿Cupido se ha convertido en un
estafador?
Creo
que deberíamos pensar mas cómo nos queremos ver. Porque es gracioso como luego
ves al guap@ de turno con alguien físicamente normal y corriente y dices
‘’buas, qué le habrá visto, seguro que la come bien’’ o la pregunta que todos
hemos hecho…hasta el que suscribe…’’qué tendrá que no tendré yo’’, la
respuesta creo que es simple, puede que efectivamente sean compatibles en la
cama, ese es otro cantar, pero todo se resume a ser abierto de mente y dejar
los prejuicios cada mañana en la taza del vater. Esas son las parejas que creo
que llegarán lejos, las que realmente no miran si usa una cien de pecho o
compra condones XXL, sino las que se dan cuenta de que son aficionadas al mismo
tipo de lectura…o al mismo tipo de cine…o incluso no tienen nada en común y eso
les impulsa a comenzar un acercamiento y descubrir nuevas aficiones de la mano
de alguien que resulta interesante. En el fondo todos hemos sido más o menos
condescendientes para con las personas que somos (me incluyo el primero)
físicamente normales y corrientes, pero creo que lo especial puede llegar a ser
buscar en el montón (si, ya sé que suena a autoconsuelo) ya que en el físico no
reside lo que nos enamora, se puede ser la persona mas fea y tener un corazón
precioso y envidiable, o tener una barriga XXXL y tener la mirada más brillante…quién dijo
que buscar una aguja en un pajar era desesperación, la desesperación creo que
es buscar agujas entre agujas y abandonar el pajar porque no resulta brillante,
a la larga, hace menos daño.
Ya
que todos buscamos en el fondo alguien con quien disfrutar de experiencias,
ilusiones y cama (porqué negarlo). En nosotros está saber obviar los supuestos
defectos y ver que una persona puede ser magnífica sólo por querer conocernos,
o viceversa claro está. Ya que en cada uno de nosotros se esconde esa pequeña aguja
reluciente, esa cualidad que destaca del resto…o no, no debe de ser algo tan
excepcional sino simplemente algo, una risa contagiosa puede ser una gran
cualidad o un tipo de risa, pero no debe ser algo vergonzoso o poco atractivo;
de la misma forma que una barriga puede ser la curva de la felicidad o un
problema de asimilación de alimentos pero no debe ser atenuante para decir ''esa persona es interesante''; ya sé que juzgo el prejuicio, pero ¿quién es nadie para juzgar en base a un prejuicio? en mi opinión lo mejor es conocerle y luego decidir un juicio para seguir viéndole o no, no a todos nos gusta todo. Sólo pedimos que no se nos haga daño.
Dedicados
a la gente sin complejos, a las modelos de las campañas publicitarias de Dove y a todos los que se sienten
orgullosos de ser como son, porque a ellos no les importarán las humillaciones
que los hipocritas hagan pensando en que tienen un buen criterio; ya que habitan en ellos las creencias absurdas de que quieren algo real.