martes, 26 de junio de 2012

ARTÍCULO 10. CONFUSIÓN DEL BUEN CRITERIO POR LA HIPOCRESÍA. 26/06/12


Confusión del buen criterio por la hipocresía

            En qué momento nos comenzamos a sentir atraídos por alguien. Qué parámetros son los que deciden qué es lo físicamente correcto y qué es lo políticamente incorrecto. Dicen los que se conocen a sí mismos que realmente el físico no importa, que lo trascendente en una relación sentimental es el interior y la conexión entre dos personas.

            Por desgracia es más ciego el que no quiere ver, y es más cretino el que no quiere reconocer. Disfrazamos el buen gusto por la elección de esa persona con la que queremos compartir una noche de pasión, lujuria, desenfreno y el correspondiente cigarrito de después; con la hipocresía de poder conseguir lo que nos venden las películas pornográficas y los anuncios de colonia. ¿no sería mas fácil y menos hiriente reconocer que nos gusta un buen cuerpo en vez de una buena persona?

            Puedes ser la persona más inteligente del mundo, encajar a la perfección con los gustos de la otra, e incluso vencer el salto generacional y atreverte a conocer a esa persona que puede ser tu padre (o tu madre); pero luego ocurre que todo lo bueno que hay en ti se vuelve en tu contra por algo que ni siquiera a ti te afecta, pero puede llegar a humillarte…el físico.

            Me parece tan paradójico como absurdo que una persona vaya de ‘’guay’’ por la vida con el discurso de ‘’soy un poco mayor, ¿de verdad que no te importa?’’ o mi favorita ‘’que simpático eres’’….¿simpático? En el comienzo de las relaciones intentamos buscar lo que siempre nos ha apartado de la gente, una personalidad con fuerza, alguien que nos atraiga, pero en vez de eso, una vez entablado el contacto con la persona, los hay que se echan atrás por un canon de belleza no aceptado (decir ‘’defecto’’ no sólo es insultante y poco ético sino que una barriga aquí o una celulitis allá no es un defecto…es sólo una parte del cuerpo).

            Podemos hacer la pregunta de ‘’cuánto te mide la polla / las tetas’’ o ‘’cuánto tiempo aguantas en la cama’’ y si la respuesta es satisfactoria decidimos mostrarnos interesados en conocer a esa persona pero cuando nos cuentan si usa un par de tallas de mas o rasgos de su personalidad que no importan a la hora de comenzar un contacto con alguien, que no una relación, no nos importa tener un par de neuronas de menos y negarnos a conocer a esa persona con la que podemos encontrar la compatibilidad anhelada en la cama.

            O mejor aún, renunciar a una pareja perfecta para con nosotros porque usa dos tallas mas de pantalón…¿qué sociedad es la que estamos creando? Permitimos que los guapos tengan voz y los feos deban esforzarse para tener un suspiro. Juzgamos y cuestionamos la integridad de las personas porque en vez de pesar lo que pone detrás de la coma en la altura, se pasa de diez, y sin embargo al verle en persona o en fotos decidimos darle la oportunidad, pero al escuchar el peso nos apartamos…que pasa qué hay personas de tres cifras en el peso destinadas a aplastar a las que tienen la suerte de tener dos cifras. Vemos a una chic@ gordo/a y juzgamos las facciones de la cara, usando expresiones tan ofensivas como ‘’mira ese/a cara de bulldog, cómo puede tener amigos con esas facciones tan rudas’’ o al ver a una persona ‘’entrada en carnes’’ (menudo eufemismo) damos por sentado que no puede ser de una forma y debe ser de otra, que no merece la pena sentarse al lado suyo por si acaso sucede un prejuicio u otro.

            En qué momento de nuestro supuesto pensamiento lógico decidimos comportarnos de manera tan irracional. Cada uno es libre de pensamiento, eso por supuesto, no seré yo quien diga donde se haya la integridad moral de cada uno, pero lo que resulta patético es que se llegue a la situación de ‘’quiero conocer a alguien, quiero encontrar a esa media naranja…pero quiero que esté buenísima sino no me gusta para mí’’

            Sé que se habló de aceptación personal, aceptación al prójimo pero ¿cuándo es inaceptable lo que nos venden?. Te hablan de alguien que es no perfecto pero si ‘’encajable’’ contigo, y comienzas a hablar bien por el bien visto e-mail o por el rechazado chat, conversas, dialogas sobre gustos, aficiones, pasiones ocultas, deseos laborales…llegas incluso a tener mas en común con ese desconocido que con tus mejores amigos, y la conversación numero 27 desde el día que os conocistéis concluye con un ‘’porqué no dejamos la cam y buscamos un hueco en nuestras agendas para vernos’’; llega el gran momento, la desesperación actual se disfraza de una pequeña gran emoción de decir ‘’umm parece que al menos habrá segunda cita’’ te paras en seco y piensas ‘’hay que tener los pies en la tierra…pero ¿porqué no? Si nos entendemos a la perfección’’ y cuando os conocéis tanto por uno como por el otro lo primero que miramos es si me gusta como viste, si sonríe bien o mal, si el pelo sigue o no la dirección del viento o del gel fijador, si pesa mas o menos que yo, si su barriga hace juego con nuestra cama…¿en qué momento la expresión de decir ‘’tengo buen gusto eligiendo’’ se convirtió en hipocresía? ¿Cupido se ha convertido en un estafador?

            Creo que deberíamos pensar mas cómo nos queremos ver. Porque es gracioso como luego ves al guap@ de turno con alguien físicamente normal y corriente y dices ‘’buas, qué le habrá visto, seguro que la come bien’’ o la pregunta que todos hemos hecho…hasta el que suscribe…’’qué tendrá que no tendré yo’’, la respuesta creo que es simple, puede que efectivamente sean compatibles en la cama, ese es otro cantar, pero todo se resume a ser abierto de mente y dejar los prejuicios cada mañana en la taza del vater. Esas son las parejas que creo que llegarán lejos, las que realmente no miran si usa una cien de pecho o compra condones XXL, sino las que se dan cuenta de que son aficionadas al mismo tipo de lectura…o al mismo tipo de cine…o incluso no tienen nada en común y eso les impulsa a comenzar un acercamiento y descubrir nuevas aficiones de la mano de alguien que resulta interesante. En el fondo todos hemos sido más o menos condescendientes para con las personas que somos (me incluyo el primero) físicamente normales y corrientes, pero creo que lo especial puede llegar a ser buscar en el montón (si, ya sé que suena a autoconsuelo) ya que en el físico no reside lo que nos enamora, se puede ser la persona mas fea y tener un corazón precioso y envidiable, o tener una barriga XXXL y tener la mirada más brillante…quién dijo que buscar una aguja en un pajar era desesperación, la desesperación creo que es buscar agujas entre agujas y abandonar el pajar porque no resulta brillante, a la larga, hace menos daño.

            Ya que todos buscamos en el fondo alguien con quien disfrutar de experiencias, ilusiones y cama (porqué negarlo). En nosotros está saber obviar los supuestos defectos y ver que una persona puede ser magnífica sólo por querer conocernos, o viceversa claro está. Ya que en cada uno de nosotros se esconde esa pequeña aguja reluciente, esa cualidad que destaca del resto…o no, no debe de ser algo tan excepcional sino simplemente algo, una risa contagiosa puede ser una gran cualidad o un tipo de risa, pero no debe ser algo vergonzoso o poco atractivo; de la misma forma que una barriga puede ser la curva de la felicidad o un problema de asimilación de alimentos pero no debe ser atenuante para decir ''esa persona es interesante''; ya sé que juzgo el prejuicio, pero ¿quién es nadie para juzgar en base a un prejuicio? en mi opinión lo mejor es conocerle y luego decidir un juicio para seguir viéndole o no, no a todos nos gusta todo. Sólo pedimos que no se nos haga daño.

            Dedicados a la gente sin complejos, a las modelos de las campañas publicitarias de Dove y a todos los que se sienten orgullosos de ser como son, porque a ellos no les importarán las humillaciones que los hipocritas hagan pensando en que tienen un buen criterio; ya que habitan en ellos las creencias absurdas de que quieren algo real.