viernes, 30 de enero de 2015

ARTÍCULO 17. BRÚJULA DE VUELTA 30/01/15

BRÚJULA DE VUELTA. 30/01/2015

                Hasta qué punto es justo querer dar un paso atrás. En su momento creé este blog. para desarrollar mis habilidades narrativas. Ver hasta dónde puedo llegar, plasmar mis ideas en forma de texto…pero en su momento lo fui dejando y ya no me llenaba lo suficiente. Está claro que si yo soy quien comenzó a escribir yo soy quien tiene el derecho de decir ‘’quiero volver’’ pero ¿en qué momento de nuestra vida podemos viajar en el tiempo y ser quien quisimos ser?

                No puedo evitar comparar mis ganas de volver a escribir con la pregunta anterior. Quizá haya sido mal formulada, lo que me pregunto es si la constancia de nuestra personalidad y la evolución de la misma es suficiente impedimento para recuperar rasgos nuestros que se han perdido por el camino.

                Hoy das una imagen de ti, tienes unos rasgos, unos comportamientos…por supuesto no me arrepiento ni me avergüenzo de nada…pero esos rasgos y esos comportamientos se dan, como todo en esta vida, a consecuencia de unos hechos con mayor o menor influencia en nuestras vidas. Se resume en la frase ‘’a base de palos…’’. Comienzas a salir, a pensar por ti mismo, a adquirir independencia en las riendas de tus decisiones y sin darte cuenta vas dejando poco a poco a un margen pero en el mismo altar a tu familia. Necesitas desligarte para encontrar, dicen que va intrínseco en el comportamiento humano.

                Te enamoras y esas ilusiones que de niño pensabas que no eran más que cuentos comienzan a brotar, y a crecer, y cuando te rompen el corazón el bosque de ilusiones queda talado. Una vez roto precisas de un clavo que saque otro clavo….y otro clavo….y otro clavo...; sin darte cuenta tienes una estantería llena de clavos y la oxidación de esas historias te lleva a una forma de ser cínica.

                Como el camino se construye lentamente pero de forma intensa no percibes todo lo que dejas atrás cuando abrazas lo que ves enfrente. Y cuando te quieres dar cuenta, has dejado de lado a alguien, has dicho una frase fuera de tono, o piensas que debes forzarte a continuar porque ‘’eh, hay que ser consecuente’’. Pero hay una parte de ti que sabe que no estás bien.

                Tus nuevos amigos tienen una idea confusa de ti, tus viejos amigos te dicen cuánto has cambiado, y tu familia sigue preguntándote porqué narices cierras una puerta si la conexión entre ambos es un pasillo que dé con vuestro mundo. Cuando te quieres dar cuenta eres una persona que no reconoces del todo, te gusta en parte, sentirte diferente te hace sentirte mejor, pero no dejas de preguntarte ‘’¿y si lo que me ha pasado en los últimos 7 años lo hubiera afrontado el ‘’Rafa’’ que tenía 18?’’

                Seguramente no me habría atrevido a hacer muchas cosas, y quizá la cautela hubiera sido una burbuja que me impidiera ver de forma cristalina lo que hay en esa calle llena de obstáculos y gente llamada vida.

                Por lo que estoy escribiendo puede parecer que me arrepienta de lo que he vivido pero ese no es el mensaje. En realidad es el hecho de saber si dentro de otros diez años seré el mismo que soy ahora, o si habré conseguido rescatar las cosas buenas de mí que echo de menos y habré logrado fusionarlas con las cosas buenas que me hacen sentir orgulloso de quien soy hoy.

                Sea quien sea quien lea esto que no se preocupe, cabe esperar que pregunte ‘’pero ¿Quién soy hoy?’’ y no llegaré tan lejos, por mi salud mental y por la del lector. Mas, aun cuando deje de preguntar, siempre habrá preguntas, ideas, mensajes que redactar. Cuesta dar el impulso de decir ‘’quiero mejorar’’ puesto que la primera barrera después de saber cómo quieres mejorar es el conseguir que la gente cercana, ‘’tu círculo’’, consiga reconocerte en ese cambio.

                Pero sería hipócrita por mi parte, o por la de cualquiera que quiera cambiar a mejor su forma de ser, decir que se tiene miedo a las consecuencias del cambio. Coloquialmente sería como decirte a ti mismo ‘’¿hola? Si quieres cambiar acarrea’’…bueno, de acuerdo, coloquialmente sería como decirte a ti mismo ‘’hola? Te jodes’’ pero así queda mejor escrito.

                El problema que tienes cuando piensas como yo…espero por el bien de la humanidad que sean pocos…es que desde el momento en el que crees que el mundo corre tan sólo un segundo más rápido que tu; tu temor a los cambios es perderte las cosas buenas. Esa preocupación es justo una de las cosas que se debe cambiar; puesto que ‘’sobre preocuparte’’ de perderte hace que realmente te pierdas EN las cosas buenas en tanto en cuanto no las disfrutes.

                Así que sólo queda una opción, ‘’carretera y manta’’ y a quien no le guste, que no mire. Dedicado a todas las personas que echan de menos algo de lo que fueron y que no se arrepienten de ser quienes son. Porque siempre hay una forma de sentirse bien si sabes cómo cumplir con la ranchera ‘’yo se perder, quiero volver, volver, volver’’.