sábado, 21 de marzo de 2015

ARTÍCULO 18. SÓLO PUEDO DECIR...DEDICADO A LOS VALIENTES 20/03/2015

SÓLO PUEDO DECIR…DEDICADO A LOS VALIENTES. 20/03/2015

Hasta qué punto son meritorias las segundas oportunidades. O qué pueden significar. Vivimos en un momento donde el que no corre, no es que vuele, sino que ve a la gente desde muy arriba, más allá de la estratosférica competencia que debe conformarse por un trabajo muy por debajo de lo que debería ser.
Si el valor es la persistencia, y la suerte es la suma de trabajo y talento…y más trabajo. Quién es realmente quién para merecerse una segunda oportunidad…o ni siquiera una. Siempre afirmamos que en la vida todo es cuestión de trabajo, esfuerzo, nadie regala nada si puede sacar tajada. Puedes trabajar gratis para alguien, colaborar y en cuanto no le interesa, patada y a otra cosa.
Pero entonces cuando crees que no parece haber un camino claro, y que te queda buscar puestos de trabajo que jamás aceptarías, aparece esa segunda oportunidad de conseguir un mínimo y escueto sueño. Una sóla baldosa puede tener la ilusión suficiente para tener el empuje de llegar hasta el final…o por lo menos llegar al próximo cruce donde encuentres el siguiente obstáculo.
En mi caso, por ejemplo, me gustaría ser escritor…me veo dentro de cinco años compaginando cualquier trabajo, el que sea, pero publicando un libro. Por supuesto, ojalá dentro de cinco años, haya publicado mas de uno y no deba sino dejarlo todo para firmar libros, viajar…y lo que más me apasiona por encima de todo, es que en cada página que redacto, en cada renglón que pienso, hay que investigar sobre un tema, que te lleva a otro tema, que te lleva a una idea, y que consigue encontrar lo que buscabas y al final…te quedas en shock, una hora pasa como un minuto y descubres que tus dedos y concentración están puestos en el teclado. Ese piano que con sus teclas hace melodía de palabras.
Cierto es que no me he molestado quizá lo que debiera, pero cuando en una ciudad tan pequeña como Murcia se sabe que hoy día las editoriales solo pueden sino sobrevivir, con qué cara te presentas a una editorial y le dices ‘’soy un chico anónimo, sin dinero para pagarse la imprenta del libro y quiero una guía tan sólo, que me diga como comenzar a meter la cabeza’’…sé que esta afirmación no demuestra sino una quizá vagancia, o falta de autoestima, o que realmente no lo deseo.
La verdad es que lo deseo, pero quién soy yo para pensar que merezco una oportunidad encima de cualquier otro que quizá tenga más entrega, más voluntad, más trabajo. De acuerdo, acepto mi responsabilidad….o mi falta de ella al no ponerme en contacto con editoriales, pero cómo afrontas, los ‘’noes’’, los ‘’quizás’’ y la indiferencia de la mayoría de empresas. Tampoco es que te puedas fiar de muchos concursos. En algunos he encontrado que cedes automáticamente todos los derechos de la obra, ganes o no. A ver, reconozco que puedo vivir sin que cientos de miles de personas (meo alto, ¿no?) lean mi obra, pero si reconozco que no soy tonto, si alguien saca tajada con algo que yo he creado, ¿Por qué no iba a ser yo uno de ellos?
Una vez escrito esto, me tendré que lanzar a la piscina, asegurarme un buen producto (hoy en día todo es marketing, para qué mentirnos) y atreverme con todo. Considerando que el ‘’no’’ sea el ‘’no-venta’’ porciento de las posibilidades. (que juego de palabras mas malo jaja)

Dedicado a los que persiguen sus sueños, a los que luchan por un trabajo, a los que se esfuerzan, a los que ensayan, a los que estudian (yo he puesto mi ejemplo, pero me merece incluso algo más de respeto la persona que se mata a estudiar masters y pagárselos con trabajos malísimos y al fin llegan a su meta)…en conclusión, dedicado a los que no se rinden, y a los que, contrario a mi, no cesan en luchar y no necesitan un blogg para expresarse, ya que cada uno de sus pasos es una manifestación de todo lo que quieren conseguir y consiguen. En definitiva, dedicado a los que son valientes. 

viernes, 30 de enero de 2015

ARTÍCULO 17. BRÚJULA DE VUELTA 30/01/15

BRÚJULA DE VUELTA. 30/01/2015

                Hasta qué punto es justo querer dar un paso atrás. En su momento creé este blog. para desarrollar mis habilidades narrativas. Ver hasta dónde puedo llegar, plasmar mis ideas en forma de texto…pero en su momento lo fui dejando y ya no me llenaba lo suficiente. Está claro que si yo soy quien comenzó a escribir yo soy quien tiene el derecho de decir ‘’quiero volver’’ pero ¿en qué momento de nuestra vida podemos viajar en el tiempo y ser quien quisimos ser?

                No puedo evitar comparar mis ganas de volver a escribir con la pregunta anterior. Quizá haya sido mal formulada, lo que me pregunto es si la constancia de nuestra personalidad y la evolución de la misma es suficiente impedimento para recuperar rasgos nuestros que se han perdido por el camino.

                Hoy das una imagen de ti, tienes unos rasgos, unos comportamientos…por supuesto no me arrepiento ni me avergüenzo de nada…pero esos rasgos y esos comportamientos se dan, como todo en esta vida, a consecuencia de unos hechos con mayor o menor influencia en nuestras vidas. Se resume en la frase ‘’a base de palos…’’. Comienzas a salir, a pensar por ti mismo, a adquirir independencia en las riendas de tus decisiones y sin darte cuenta vas dejando poco a poco a un margen pero en el mismo altar a tu familia. Necesitas desligarte para encontrar, dicen que va intrínseco en el comportamiento humano.

                Te enamoras y esas ilusiones que de niño pensabas que no eran más que cuentos comienzan a brotar, y a crecer, y cuando te rompen el corazón el bosque de ilusiones queda talado. Una vez roto precisas de un clavo que saque otro clavo….y otro clavo….y otro clavo...; sin darte cuenta tienes una estantería llena de clavos y la oxidación de esas historias te lleva a una forma de ser cínica.

                Como el camino se construye lentamente pero de forma intensa no percibes todo lo que dejas atrás cuando abrazas lo que ves enfrente. Y cuando te quieres dar cuenta, has dejado de lado a alguien, has dicho una frase fuera de tono, o piensas que debes forzarte a continuar porque ‘’eh, hay que ser consecuente’’. Pero hay una parte de ti que sabe que no estás bien.

                Tus nuevos amigos tienen una idea confusa de ti, tus viejos amigos te dicen cuánto has cambiado, y tu familia sigue preguntándote porqué narices cierras una puerta si la conexión entre ambos es un pasillo que dé con vuestro mundo. Cuando te quieres dar cuenta eres una persona que no reconoces del todo, te gusta en parte, sentirte diferente te hace sentirte mejor, pero no dejas de preguntarte ‘’¿y si lo que me ha pasado en los últimos 7 años lo hubiera afrontado el ‘’Rafa’’ que tenía 18?’’

                Seguramente no me habría atrevido a hacer muchas cosas, y quizá la cautela hubiera sido una burbuja que me impidiera ver de forma cristalina lo que hay en esa calle llena de obstáculos y gente llamada vida.

                Por lo que estoy escribiendo puede parecer que me arrepienta de lo que he vivido pero ese no es el mensaje. En realidad es el hecho de saber si dentro de otros diez años seré el mismo que soy ahora, o si habré conseguido rescatar las cosas buenas de mí que echo de menos y habré logrado fusionarlas con las cosas buenas que me hacen sentir orgulloso de quien soy hoy.

                Sea quien sea quien lea esto que no se preocupe, cabe esperar que pregunte ‘’pero ¿Quién soy hoy?’’ y no llegaré tan lejos, por mi salud mental y por la del lector. Mas, aun cuando deje de preguntar, siempre habrá preguntas, ideas, mensajes que redactar. Cuesta dar el impulso de decir ‘’quiero mejorar’’ puesto que la primera barrera después de saber cómo quieres mejorar es el conseguir que la gente cercana, ‘’tu círculo’’, consiga reconocerte en ese cambio.

                Pero sería hipócrita por mi parte, o por la de cualquiera que quiera cambiar a mejor su forma de ser, decir que se tiene miedo a las consecuencias del cambio. Coloquialmente sería como decirte a ti mismo ‘’¿hola? Si quieres cambiar acarrea’’…bueno, de acuerdo, coloquialmente sería como decirte a ti mismo ‘’hola? Te jodes’’ pero así queda mejor escrito.

                El problema que tienes cuando piensas como yo…espero por el bien de la humanidad que sean pocos…es que desde el momento en el que crees que el mundo corre tan sólo un segundo más rápido que tu; tu temor a los cambios es perderte las cosas buenas. Esa preocupación es justo una de las cosas que se debe cambiar; puesto que ‘’sobre preocuparte’’ de perderte hace que realmente te pierdas EN las cosas buenas en tanto en cuanto no las disfrutes.

                Así que sólo queda una opción, ‘’carretera y manta’’ y a quien no le guste, que no mire. Dedicado a todas las personas que echan de menos algo de lo que fueron y que no se arrepienten de ser quienes son. Porque siempre hay una forma de sentirse bien si sabes cómo cumplir con la ranchera ‘’yo se perder, quiero volver, volver, volver’’.