BRÚJULA DE VUELTA.
30/01/2015
Hasta
qué punto es justo querer dar un paso atrás. En su momento creé este blog. para
desarrollar mis habilidades narrativas. Ver hasta dónde puedo llegar, plasmar
mis ideas en forma de texto…pero en su momento lo fui dejando y ya no me
llenaba lo suficiente. Está claro que si yo soy quien comenzó a escribir yo soy
quien tiene el derecho de decir ‘’quiero volver’’ pero ¿en qué momento de
nuestra vida podemos viajar en el tiempo y ser quien quisimos ser?
No
puedo evitar comparar mis ganas de volver a escribir con la pregunta anterior. Quizá
haya sido mal formulada, lo que me pregunto es si la constancia de nuestra
personalidad y la evolución de la misma es suficiente impedimento para recuperar
rasgos nuestros que se han perdido por el camino.
Hoy
das una imagen de ti, tienes unos rasgos, unos comportamientos…por supuesto no
me arrepiento ni me avergüenzo de nada…pero esos rasgos y esos comportamientos
se dan, como todo en esta vida, a consecuencia de unos hechos con mayor o menor
influencia en nuestras vidas. Se resume en la frase ‘’a base de palos…’’. Comienzas
a salir, a pensar por ti mismo, a adquirir independencia en las riendas de tus
decisiones y sin darte cuenta vas dejando poco a poco a un margen pero en el
mismo altar a tu familia. Necesitas desligarte para encontrar, dicen que va
intrínseco en el comportamiento humano.
Te
enamoras y esas ilusiones que de niño pensabas que no eran más que cuentos
comienzan a brotar, y a crecer, y cuando te rompen el corazón el bosque de
ilusiones queda talado. Una vez roto precisas de un clavo que saque otro clavo….y
otro clavo….y otro clavo...; sin darte cuenta tienes una estantería llena de
clavos y la oxidación de esas historias te lleva a una forma de ser cínica.
Como
el camino se construye lentamente pero de forma intensa no percibes todo lo que
dejas atrás cuando abrazas lo que ves enfrente. Y cuando te quieres dar cuenta,
has dejado de lado a alguien, has dicho una frase fuera de tono, o piensas que
debes forzarte a continuar porque ‘’eh, hay que ser consecuente’’. Pero hay una
parte de ti que sabe que no estás bien.
Tus
nuevos amigos tienen una idea confusa de ti, tus viejos amigos te dicen cuánto
has cambiado, y tu familia sigue preguntándote porqué narices cierras una
puerta si la conexión entre ambos es un pasillo que dé con vuestro mundo. Cuando
te quieres dar cuenta eres una persona que no reconoces del todo, te gusta en
parte, sentirte diferente te hace sentirte mejor, pero no dejas de preguntarte ‘’¿y
si lo que me ha pasado en los últimos 7 años lo hubiera afrontado el ‘’Rafa’’
que tenía 18?’’
Seguramente
no me habría atrevido a hacer muchas cosas, y quizá la cautela hubiera sido una
burbuja que me impidiera ver de forma cristalina lo que hay en esa calle llena
de obstáculos y gente llamada vida.
Por
lo que estoy escribiendo puede parecer que me arrepienta de lo que he vivido
pero ese no es el mensaje. En realidad es el hecho de saber si dentro de otros
diez años seré el mismo que soy ahora, o si habré conseguido rescatar las cosas
buenas de mí que echo de menos y habré logrado fusionarlas con las cosas buenas
que me hacen sentir orgulloso de quien soy hoy.
Sea
quien sea quien lea esto que no se preocupe, cabe esperar que pregunte ‘’pero ¿Quién
soy hoy?’’ y no llegaré tan lejos, por mi salud mental y por la del lector. Mas,
aun cuando deje de preguntar, siempre habrá preguntas, ideas, mensajes que
redactar. Cuesta dar el impulso de decir ‘’quiero mejorar’’ puesto que la
primera barrera después de saber cómo quieres mejorar es el conseguir que la
gente cercana, ‘’tu círculo’’, consiga reconocerte en ese cambio.
Pero
sería hipócrita por mi parte, o por la de cualquiera que quiera cambiar a mejor
su forma de ser, decir que se tiene miedo a las consecuencias del cambio. Coloquialmente
sería como decirte a ti mismo ‘’¿hola? Si quieres cambiar acarrea’’…bueno, de
acuerdo, coloquialmente sería como decirte a ti mismo ‘’hola? Te jodes’’ pero
así queda mejor escrito.
El
problema que tienes cuando piensas como yo…espero por el bien de la humanidad
que sean pocos…es que desde el momento en el que crees que el mundo corre tan
sólo un segundo más rápido que tu; tu temor a los cambios es perderte las cosas
buenas. Esa preocupación es justo una de las cosas que se debe cambiar; puesto
que ‘’sobre preocuparte’’ de perderte hace que realmente te pierdas EN las
cosas buenas en tanto en cuanto no las disfrutes.
Así
que sólo queda una opción, ‘’carretera y manta’’ y a quien no le guste, que no
mire. Dedicado a todas las personas que echan de menos algo de lo que fueron y
que no se arrepienten de ser quienes son. Porque siempre hay una forma de
sentirse bien si sabes cómo cumplir con la ranchera ‘’yo se perder, quiero
volver, volver, volver’’.
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