jueves, 5 de enero de 2012

ARTÍCULO 05. PRETÉRITO CASI-PERFECTO CON CONSECUENCIAS FUTURAS. 05/01/2012


Pretérito Casi-Perfecto con consecuencias Futuras 05/01/2012

            Dicen que el pasado no es pasado si sus consecuencias no son activas en un presente con ‘’resacas emocionales’’ en un futuro. Comrpendemos que una circunstancia o un argumento mal expuesto puede llegar a tener consecuencias futuras; aún así no somos mas fieles a nosotros mismos, ni somos comprensivos con la víctima de nuestra decisión, simplemente tomamos la intención de dejarnos llevar, adueñándonos inconscientemente de los problemas futuros, tomándolos como nuestros, nuestra futura cruz.

            No tenemos en cuenta que quizá, siguiendo una conciencia tranquila, podemos evitar problemas de futuro, pero ¿quién puede tener una conciencia tranquila? Nos educan en una sociedad agitada, estresada, con miedo a lo que pueda pasar; nos preparan a diario con noticias, con habladurías, con una educación previsora de lo que no siempre suele ocurrir. Confundimos hacer lo correcto con nuestros sentimientos, y sentimos que debemos hacer lo correcto, pero no encontramos el equilibrio entre ambos extremos…lo correcto vs lo sentido.

            Todo depende de la edad también, quién puede ser previsor con 16 años, te enamoras y 8 años mas tarde, ese gran amor puede convertirse en tu mejor amigo, un aliado que siempre necesitaste y no supiste ver en su momento. Nos quejamos de tropezar en piedras que caen en nuestro camino, y quizá ese sea el error, no ver que las piedras estaban ahí antes, incluso, de dar el primer paso. Nuestra personalidad auto-exculpatoria nos impide asumir los problemas ‘’no sé cómo me vi ahí’’ solemos decir. Pero no reparamos en que si hubiéramos tomado otros caminos, si esa persona no se hubiera enamorado a esa edad de esa otra persona, o si no fuéramos como somos, no estaríamos frente a esa piedra, viéndola, sabiendo que vamos a tropezarnos…pero quién se levanta.

            Puedes tener una faceta física, algo característico que te define sobre el resto de personas. Puedes luchar durante años para defender esa característica, para definirte dentro de ti con ella, y en cinco minutos pueden derrumbarte con un argumento vencedor de una situación que no te convence. Entonces el error está en asumir lo que somos o en ‘’con-vencernos’’ de lo inconvencible… ¿quién decide el error? Una de las dos partes protagonistas del duelo, el vencido y el convencido o, por el contrario, no es un error puesto que los dos argumentos son afirmativos y sólidos. En la filosofía del día a día quien gana ¿el vencido con un pasado que justifica (sin tener porqué) su argumento, o el convencido que sostiene fuerte su juicio?

            Por desgracia todos nuestras acciones, nuestros momentos vividos y nuestras oportunidades tomadas y sin tomar, nuestros ‘’pretéritos’’ conllevan siempre consecuencias directas hacia nosotros pero indirectas de lo que nos rodea. Ya que si juntamos los dos ejemplos anteriormente expuestos…por poner un ejemplo…podemos tener a una persona enamorada en el pasado, vencida en el presente e insegura de un futuro donde las experiencias vividas le han enseñado a escudarse. ¿Haría bien esa persona en escudarse? O deben ser nuestros pretéritos casi-perfectos nuestra mejor arma.

            Dicen que la mejor defensa es un buen ataque, y en guerra eso se realiza mediante un estudio, una estrategia o una estadística militar. Y en nuestras guerras internas, las que mas cuestan defender y las que mas cuentan al ganar, no obtendremos ninguna posibilidad si no conseguimos fijarnos en los conocimientos obtenidos en nuestros ‘’pretéritos’’. Nos aferramos a las consecuencias que nos trajeron en un pasado mas reciente  y por miedo a un daño futuro no disfrutamos el presente, sin la sensatez de que quizá ese miedo sea el que nos provoque un daño futuro y no la situación, ya que somos culpables de donde nos encontramos, al menos personalmente hablando.

            Hay pretéritos que consiguen buenos futuros, y hay futuros que te aportan un mal pretérito, pero eres tú quien decide cómo vivir el presente. Quien decide las normas de tu vida, quien dicta los sentimientos a esos argumentos de vencedores convencidos de que no pueden convencerte. Cada uno tiene su estilo (el mismo es la rimbombancia que no la redundancia), sus características, y sus pretéritos. Eso es lo que nos convierte en como somos, como seremos lo obtenemos de esas tres facetas y de las consecuencias obtenidas por nosotros en las situaciones encontradas.

            Y el equilibrio sentimental que buscamos se encuentra, quizá, en que alguien vea esas tres facetas y nuestrsa consecuencias y diga ‘’quiero formar parte de ese futuro’’ el hacernos sentir especial no es decirnos lo que queremos oír, sino la sinceridad de lo que necesitamos hablar. El problema se encuentra cuando ese futuro que crees que puede llegar a ser, no es comprensivo con una de esas facetas nuestras, entonces qué debemos hacer ¿esforzarnos en explicarle o dejar que se dé cuenta? En qué momento es necesario dejar de insistir y en qué momento de comenzar a sentir.

            Francamente, creo que encontraremos la estabilidad de nuestro conjunto de facetas y el camino que andamos cuando nos demos cuenta de que las piedras están en el camino y de que nosotros somos los que decidimos si caemos o no, porque si un problema se acerca y no lo ves venir, será porque hay algo en ese camino que obstaculizaba el campo de visión, pero bordeando ese árbol que se asemeja al obstáculo podemos ver antes la piedra, sin embargo, si no nos fijamos en el árbol y bordeamos como puede la antesala del problema será entonces cuando caigamos, y la responsabilidad de ese acto es nuestra, por no ser cautos al bordear el obstáculo que impide ver nuestra caída.

            ¿Conclusión? Ser cautos en el camino, cargando con las lecciones y tirando lo negativo, así será más facil sortear los árboles y saltar todas las piedras que creamos pueda dificultar nuestras decisiones y nuestra vida. Si eso no funciona, salte del camino, sientate en el borde, respira hondo y observa dónde está el fallo, así verás mejor la solución a esa piedra que no te deja seguir, y con la que tropezamos una y otra y otra vez, como nuestra evolución personal y los problemas sentimentales…mejor situaciones sentimentales (no creo que el amor y la amistad sean un problema, sino que originan situaciones positivas y negativas)…al fin y al cabo, todos hemos tropezado sólo basta con ver que el pretérito casi-perfecto que nos hizo ser fuertes no enseña a no tener miedo en un futuro con consecuencias, ya que el presente lo decidimos nosotros.

        
         Teniendo en cuenta que sin esas piedras, esos pretéritos de los que nos enamoramos, o esas decisiones de nuestro presente, no seríamos lo que somos hoy, personas. Personas que dan gracias de haberse enamorado de esos pretéritos, que disfrutan de las características de su presente y que no temerán de intentar vivir un futuro.

            Dedicado a todos los pretéritos casi-perfectos, a las consecuencias futuras, y a las personas que ven con mal ojo las piedras y tropiezan para que siempre tengan un camino que seguir. (Feliz vispera de Reyes)

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