sábado, 17 de noviembre de 2012

ARTÍCULO 16. UNA TORMENTA Y DAS GRACIAS. TE MOJAS SECO. 17/11/12

Una tormenta y das gracias. Te mojas seco.


            Una calle gris. Un cierto halo de esperanza, y una nube de pesimismo disfrazada de realidad. Te olvidas de quien eres. De quien acostumbras a ser. De correr. Buscas una parada, un freno, una estacada en la que quedarte buscando lo que no sabes expresar pero sabes que necesitas. Llegas a sentirte sólo en una plaza llena de gente, donde se encuentra tu mundo, el de ellos y el real. Una mirada basta para encontrar un camino de luz, donde el abismo parece cada vez más grande.

            A un lado y a otro, sin perpetuar el llanto pero acumulando energía en la garganta. Manteniendo la respiración en un puño por si en algún casual las lágrimas fueran en vano y quisieras guardarlas para un futuro. Cada vez la nube es más grande. Y más oscura.

            Piensas que has dejado de sentir, que has dejado de ser tú. Y entonces lees un cartel que declara que no es así. Es la necesidad de descansar que habita en ti la que te grita un parón. Bien sea manifestándose en forma de suspiro, bien sea en forma de llanto.

            Coges una canción al azar.   (pink - bridge of light) El cuerpo te dice cuál es, no necesitas ni siquiera traducirla, sólo oírla…sentirla no te hace falta, coincide con lo que tú necesitas y sientes. Y en ese mirar se presenta una ayuda, el apoyo con el que todos contamos cuando necesitamos un aliento de vida frente a la marejada que se avecina al frente.

            Y cuando llegas a casa ves por la ventana que esa nube se queda fuera, expectante a otro momento. Sales a la calle de nuevo, tienes ganas de descubrir qué se esconde tras la nube, qué es lo que te aterra…quizá el miedo a acostumbrarte a necesitar algo y no ser feliz con lo que tienes. A depender de la pena. Mil tormentas te rodean, la canción suena cada vez un poco más fuerte. Se presentan ante ti un cúmulo de frases que tu subconsciente guarda para estos momentos, y no sólo las puedes leer, sino que además les pones voz y rostro. Son tu vida, el camino de salida, tu vía de servicio cuando necesitas escaparte de la carretera por la que conduces a cien por hora.

            Ves un puente…notas que el suelo cambia, tropiezas al no ver un hueco, la tormenta sigue, comienzas a llorar, tu cuerpo y el agua se hacen uno, miras al cielo, llorando como nunca sonríes con la mejor de tus sonrisas. Sabes que estás llorando, que está lloviendo, pero sabes más aún, que nunca te mojarás. Y en ese momento despiertas y das gracias. Descubres que tras la nube se encuentra ese puente hacia la luz que tanto necesitamos cuando no nos sentimos nosotros mismo. Una vez cruzado el puente, sientes calma…normal, ya pasó la tormenta, y lo mejor es que los rostros y las gracias van contigo allá donde pises.

            Para todos aquellos que tienen la suerte de estar bajo el agua, y no mojarse. 

1 comentario:

  1. Las imágenes del vídeo no son muy allá, pero la traducción de la canción es buena =D

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