Soy una persona con
frustraciones. Otra más del montón que pretende llenar su vida, pero que sólo
sabe llenarla con anhelos, esas calorías vacías del alma que hacen que nuestro
deseo nos sacie el hambre de ser mejores, pero que tras la digestión, entendemos
que no somos más que ese alto porcentaje de personas que siguen una rutina de
movimiento cuya energía de locomoción son los deseos de la vida que nos vemos
capaces de llevar pero que somos cobardes de intentarlo.
Hace unos 10 años empecé a
escribir un libro que guardé en un cajón. Hace 9 años comencé a escribir e
interpretar mis propios monólogos de comedia. Hace unos 6 años comencé a
atreverme a intentar cantar en público, y hace unos meses pude subirme al
escenario por fin. Hace casi 3 años pude firmar con una editorial, me sentí
pequeño y lo dejé escapar….y ahora esos sueños no son más que cosas que hice en
un pasado, nada grande, nada profesional, nada en el hecho de poder decir que
hice algo. Mis propias calorías vacías.
Lo mejor de mi propia tortura…la
cantidad de gente que me apoya en cada paso que doy, lo poco que me costó
encontrar cada una de las pocas grandes oportunidades que he tenido en mi vida.
Las veces que me pude sentir tan bien intelectual y profesionalmente, que no
era suficiente boca la mía para poder sonreír y mirar arriba diciendo ‘’llegué’’.
Pero en realidad, no llegué, ni siquiera lo rocé, no estaban mis metas en el
mismo planeta que yo, ellas estaban en el mundo real, yo en un ‘’quiero y no
puedo’’….rectifico ‘’quiero y no me atrevo’’.
¿Por qué no me atrevo? Algunos de
los que lean esto pensarán ‘’porque sigues regodeándote en tu misma mierda,
evoluciona de una vez’’ otros estáis tan cansados de pensarlo que ni
contestarán, y los que no conozcan la historia al detalle pensarán que soy otro
intento de artista frustrado, seamos sinceros, nos hace tan bien que nos
compadezcan que nos da miedo experimentar la auténtica plenitud de un camino,
llegar. A veces es más fácil decir ‘’ay, ha pasado el bus’’ que decir ‘’¿dónde
me siento? Tengo que estar pendiente de la parada para bajar’’.
Pero no pesan los intentos, al
fin y al cabo nunca se sabe cuántas veces podremos tener una oportunidad. Cierto
es que no me he puesto en serio a ello, quizá cuando quiera llegar sea
demasiado tarde y las voces reales que me han dicho ‘’el tren pasa una vez’’ me
digan a puro grito ‘’te lo dije¡¡’’
La diferencia de ese pasado no
aprovechado y el futuro que quiero escribir en este mismo blogg el año que
viene, es que ahora siento la madurez que debía haber tenido en cada una de
esas oportunidades. Una persona muy importante en mi vida (no pronunciaré su
nombre porque su ego no cabría en el planeta) me dijo que los sueños comienzan
en las ideas. Ahí entendí que la diferencia entre un sueño y una fantasía es
que la fantasía refleja algo irreal, el sueño es la consecuencia de una idea en
nuestra mente y la visualización de nuestra capacidad para llegar a ello. Por ello
decimos ‘’conseguí mi sueño’’. De pequeño soñaba con tener amigos, y ahora creo
que algunos hasta me sobran (jaja bromeo).
Otra persona importante en mi
vida ha dicho en voz alta más de una vez ‘’el día que se lo tome en serio
tendrá gente a su alrededor que querrá ayudarle y creerá en él’’ y eso que yo
me siento desde siempre un ‘piltrafilla’ más del rebaño.
Y una de las personas más
importantes de mi vida me dijo, no hace mucho, ‘’el día que te lo tomes en
serio, llegarás donde quieras’’
Quizá por eso no me lo tomo
suficientemente en serio, o nada en serio, no tengo muros que tirar para
demostrar que sé hacer cosas, simplemente la gente ya lo ha visto. Pero, claro,
ahora surge la pregunta clave de todo este post. ¿Merezco volver a alguna de
esas oportunidades? ¿Es soberbia decir ‘’me cerré la puerta, así que ahora la
abriré sin necesitar la llave?
Supongo que ahora debo ser
consecuente y aceptar cuando oiga ‘’¿quién te crees que eres para conseguirlo?’’
y es cierto, tras un año dedicado con buenos amigos a descubrir en un podcast
cultural la cantidad de gente (con calidad) que hay sólo en la Región y que se
tiran años esforzándose por una oportunidad, no puedo dejar de sentirme en la
obligación de contar mis fracasos con la boca cada vez más pequeña, por respeto
a los que de verdad lo intentan.
Ahora, después de agachar la
cabeza muchas veces cuando cuento si escribo, si canto o si interpreto; me
siento preparado de verdad a intentarlo, ¿si llegaré? La estadística dirá que
no, mis amigos que no deje de intentarlo y mi familia que dedique más tiempo a
las oposiciones y luego lo intente.
Me siento preparado, ‘’madurezmente’’
hablando; y poco a poco me creo la rutina necesaria para crearme el hábito (por
algún lado hay que empezar), escribo un poco cada día y quiero retomar el blog.
Sí, esta es una declaración de intenciones, mi dieta artística con la que
pretendo cambiar esas calorías vacías en la realidad que llevo tiempo queriendo
intentar lograr.
Debería dedicarlo a todos los que
se ponen en el camino, pero somos muchos, este post debo dedicarlo a todos los
valientes que de verdad ven un libro con su nombre en el lomo, un disco con su
rostro, o un cartel delante de un escenario y gente aplaudiendo a todos ellos
tras lanzar su trabajo al público.
PD: si no hay un solo ápice de
mejora a final de año, lanzo una bendición a los que me aguantan, dejaré de
intentarlo o de decir que lo quiero intentar. Bastantes gracias tengo que dar a
los que me aguantan para encima ser una carga que aguantar.
Las oportunidades, unas pocas veces te surgen y otras muchas eres tú quien provoca que surjan, esto segundo es lo que tú con tu duro trabajo has logrado, luego la valentía muchas veces decide, pero sin duda lo más complicado es lograr que esa oportunidad aflore y ahí tú llevas carrera. Eres bueno en muchísimas cosas, has de darte cuenta tú mismo porque muchos otros ya lo saben. Estoy seguro de que acabarás consiguientdo, o atreviendote a conseguir lo te prepongas. Al final todo cae por su propio peso, cuestión de calorías ;P
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