domingo, 29 de marzo de 2020

ARTÍCULO 21. BUENAS LÁGRIMAS EN LA MEMORIA


¿Cuál fue el último recuerdo que no podrás revivir? Por algún perfecto motivo de nuestro imperfecto mecanismo, poseemos la fantástica y tormentosa capacidad de la nostalgia, un clavo ardiendo al que nos agarramos cuando no podemos más, cuya consecuencia positiva es descargar tensión, lo malo es que la consecuencia negativa de tortura mental que ofrece, puede ser más dañina que el alivio que deja la tormenta.

Se supone que somos la maquina perfecta, voluntad y razón, sentimiento y pensamiento; menudo imbécil al que se le ocurrió semejante chorrada, me niego a pensar que hay perfección, quizá me nuble el sentimiento que me impulse a tomar los recuerdos de mi mente y plasme lo que me profesa en este texto; pero no puede ser perfecta una máquina que utiliza su pasado para relajarse.
Una cosa es ‘’mirar atrás para tomar impulso’’, estoy completamente de acuerdo en que quien olvida su pasado corre el riesgo (o la certeza) de repetirlo (varias veces además) en el futuro; pero ¿es bueno recogerse en los recuerdos? ¿de verdad es una buena manta para refugiarnos en los gélidos momentos de soledad? Pienso que cuando alguien pasa por eso (pasado el tiempo del mal momento, o la pérdida; cada uno que se aplique este texto como lo necesite) pasados varios años, no puedo evitar pensar ‘’¿estará(é) rot@?’’

Pero no seré yo el que enseñe cómo superar la nostalgia, por desgracia soy uno de entre otros tantos millones  que, tras el pertinente llanto y desahogo, sólo puedo pensar ‘’joder¡¡’’, beber agua, respirar hondo, y dejar que las cuencas de mis ojos, lentamente se recuperen de la emanada pena. Que la piel de debajo de mis ojos (bolsa de los ojos, o como coño se diga) se recupere de la irritación sufrida por quitarme las lágrimas, mirar arriba y sonreír llorando por todos los buenos recuerdos, y esforzarme en cada uno de los momentos de debilidad, en que ellos pesen más que los malos; ya que tengo que tener un momento de nostalgia, qué menos que me traiga algo productivo.

Considero que es la mejor forma de sobrellevar los momentos de tensión que nos llevan a pensar (porque nunca lo olvidamos) en ese familiar que ‘’marchó’’, en ese amor que se acabó o en ese juguete que nos transporta a la paz de la niñez que se borra en cada adulta decisión que tomamos en nuestro individual presente, en esa bronca que tuvimos y en la frustración que nos da reconocer las veces que hemos dicho algo ofensivo sin querer dentro del acaloramiento, no por el gusto de herir, sino por la necesidad de quedar por encima para que la pelea se acabe….y luego con el rabo entre las piernas, saber que no sirve de nada pedir perdón por el golpe dado puesto que nuestra perfecta máquina debe saber que la mente debe controlar los sentimientos, y estos avivar nuestra mente. Una preciosa simbiosis que, por favor, quien consiga lograr tal equilibrio, que me lo diga, y le animaré a que haga un tutorial, y se convertirá en el vídeo más visto de la historia.

Os dejo una canción (Who Knew – Pink; traducido claro) que representa lo que quiero transmitir por si mis palabras no han producido tal efecto. Sólo terminar, dando las gracias a todas las personas que han pasado por mi vida dejando huella, creo que es el mejor regalo, y, por favor, si al leerme os sirve de algo mis palabras, quiero compartir con vosotr@s una lección que aprendo constantemente y que espero poner en práctica de forma automática sin necesitar pensarlo: nunca des por sentado que siempre verás a esa persona que tanto quieres, nunca des por sentado que todas las relaciones durarán sin trabajar en ellas, nunca des por sentado que la vida no tiene un fin y da abrazos cada vez que sientas que esa persona lo necesita, sonríe cuando alguien se encuentre mal para intentar al menos contagiar un momento de alegría en un cielo nublado, habla a la persona que llevas tiempo sin ver y, por favor y por encima de todo, no perdamos el tiempo gritando, si no, escuchando lo que la persona que tenemos en frente nos quiere transmitir; un poquito más de empatía por parte de todos, hará que las cosas vayan mejor creando un precioso efecto dominó (teniendo en cuenta mis post, decirme que no esperabais que la lección cupiera en una galleta de la fortuna, yo necesito una caja de 800 gramos…sólo para el resumen).

Dedicado a todas las personas que no se avergüenzan de expresarse tal y como son, a los que saben escuchar y pedir perdón cuando la cagan; y, sobre todo, a los que recuerdan, y a los que son recordados.

P.D.: os dejo un enlace a un acústico que, creo, se disfruta más la canción, el vídeo del texto es el que mejor traducido he encontrado.

miércoles, 18 de marzo de 2020

ARTÍCULO 20. COMUNIDAD: LA ESPERADA CONSECUENCIA DE LA COnVIDvencia PARA EL NUEVO 2020.


No, no voy a hablar de datos, demasiada información hay, sea real o no. Quiero hablar de la situación que vivimos ahora, nueva para todos, o por lo menos para los que no hemos vivido ninguna guerra. Para algunos inconscientes (como concepto descriptivo, no quiero ofender a nadie), esto eso sólo unos días en casa; y para otros extremos es el fin de todo.

Me quiero quedar en el medio, quiero pensar que son sólo unos días en casa que pueden permitir un gran cambio en esta sociedad de gente maravillosa que no sabe pensar en colectivo. Qué bonito es ir con guantes cuando en tu casa no te lavas las manos, y qué bonito es usar mascarilla sin necesitarla; pero más bonito aún es entrar en histeria. No, no pretendo dar lecciones de nada, todos tenemos derecho a acojonarnos, pero también tenemos la obligación de respirar hondo, HACER CASO DE LAS MEDIDAS y esperar que todo siga su curso.

Pero dentro de la histeria colectiva, dejando aparte la efectividad o no de las medidas del gobierno, quitando las dificultades económicas que va a acarrerar….me surge una pregunta, socialmente ¿dejará alguna consecuencia?

Mirando la vista atrás tan sólo unos meses, la sociedad y las nuevas generaciones, están cada vez más preocupadas por el cambio climático (no voy a entrar en matices de las barreras económicas y gubernamentales para que los cambios que hay que hacer, se hagan; si lo hago, puedo divagar o razonar (según se mire) durante muchas horas, y no es plan, esto es un blog de opinión, no un ensayo). Cada vez se ven mejores datos a nivel de preocupación de ese tema tan trascendental como desconocido para muchos, a pesar de llevar varias décadas gritando el planeta su límite de paciencia.
Quiero confiar, llamarme iluso porque tenga una ilusión, en el saber hacer del ser humano como colectivo. Resulta interesante como se nos llena la boca diciendo que este virus es un virus muy simple, y que los datos de la gripe común son peores pero, ¿nos preocuparemos de eso en un futuro? O cuando haya una vacuna, diremos, ‘’bah, ya hay vacuna si la pillo….’’…pues si la pillas habrá que ir al médico, médico y enfermería para la inyección de tal vacuna que conlleva no solo unos gastos, sino una ocupación de tiempo en algo que se puede evitar con unas normas básicas de higiene; lo que conlleva pérdida de tiempo y recursos que se pueden invertir en otros pacientes que de verdad lo necesiten, sólo porque no hemos tenido una buena higiene o unas medidas de prevención como lo es la distancia.  Nos echamos las manos a la cabeza porque el test del CoVid 19 tiene un coste X, más la saturación de la sanidad pública, pero hay que tener en cuenta un pensamiento básico y es que, sea pública o privada, sólo abrir la puerta y activar el edificio a las 7 de la mañana, ya conlleva un coste de dinero (luz, material, recursos humanos…) así que espero que en este aspecto, este bache por el que pasamos nos enseñe a todos (como siempre digo, yo el primero en aprender) a usar de forma correcta la sanidad pública y sus trabajadores, a los que ahora aplaudimos, pero antes del corona nos costaba poco desprestigiarlos, criticarlos y decir que la privada es mejor (eso lo he oído yo con estos ‘’oídos que Dios me ha dado’’) pero no hace falta que diga lo que todos vemos y la implicación que están teniendo los profesionales sanitarios. Pero eso sí, sigamos votando los recortes en sanidad, a ver si los que deciden meter tijera se dan cuenta de que así no se puede.

Debemos tener en cuenta que somos un mundo mejor cuando todos trabajamos precisamente como eso, un mundo. Ahora nos preocupamos por nuestros mayores, pero cuántos de ellos están en residencias sin que les importe a la familia (y si tanto nos importan, no los llevemos a la compra en el supermercado, que yo, como reponedor que soy, puedo decir que hay muchos)

Espero que de verdad seamos más conscientes de la higiene personal, porque la propagación no es broma, y es irónico como se pueden evitar grandes males con pequeños gestos. Espero que de verdad, seamos más conscientes de estar con los que ahora no podemos tener delante nuestra y mirar, sonreír sin mediar palabra y luego fundirse en un abrazo, algo tan simple y que no valoramos porque nos contentamos con una foto en el móvil o un mensaje de WhatsApp. En el fondo, parece que hayan más cosas positivas que negativas de este tipo de experiencias (salvando las distancias con lo referido a la salud, por supuesto, espero no se me malinterprete) pero podemos aprender para evitar en un futuro, más que lamentarnos de lo que hicimos mal en el pasado.

Es como estudiar historia, dicen que la sociedad que no aprende de sus errores en el pasado está condenada a cometerlos en el futuro, pero a ese dicho falta una parte, y es que las consecuencias pueden ser más graves en el futuro que lo que ocurrió en el pasado.

La gente está alerta, tensa, histérica, pero no por no saber gestionar sus emociones, sino porque bajo esas emociones, radica una común, la preocupación. La preocupación de las personas mayores o en riesgo por enfermedad que por desgracia no están, la preocupación de una actividad laboral que se reduce a mínimo, o directamente deja de existir y lo que ello conlleva; la preocupación no gestionar estar encerrados, en un país donde la actividad callejera está tan dentro de nuestro ‘’ADN social’’; nos ayudará a escarmentar en el futuro la preocupación colectiva de dejar de ser nosotros mismos para evitar la propagación.

Y espero de verdad que sirva como escarmiento en otros campos, porque no creo que haga falta entrar en detalle con las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) o la falta de higiene en la cocina, la falta de solidaridad con los trabajadores del sector servicio, la falta de tantas faltas que no hacen más que pensar que cuando Louis Armstrong cantaba ‘’And I think to myself, what a wonderful world’’ (y pensé para mí, que mundo más maravilloso) no se había fumado algo y de verdad podamos un día decir que somos el mundo que queremos ser y que cada cambio comienza dentro de cada uno de nosotros, como dijo otro grande Michael Jackson ‘’if you wanna make the world a better place, take a look at yourself, and then make a change’’ (si quieres hacer del mundo un lugar mejor, échate un vistazo y luego crea el cambio – Man inthe mirror)
Dedicado a las personas conscientes de que hay que mejorar, a los que saben que un pequeño cambio en uno mismo puede ser el comienzo de un efecto dominó, y sobre todo, para las víctimas y los familiares y amigos de las víctimas del COVID 19…y tantas otras enfermedades que no se estudian y que esperemos pronto hayan recursos que permitan hallar soluciones. Porque después de estos días, haya un nuevo y mejorado año 2020.

(hay muchas cosas de las que no hablo, la compra excesiva, el miedo y la creación de fakes...sólo quiero opinar de lo primordial que es curarnos y no propagar nada en el futuro, y tener una mejor convivencia y solidaridad mutua)

(os dejo enlaces de las canciones subtituladas, disfrutarlas)