Romanticismo de antaño frente al cortejo ''cibernético''. 27-12-11
¿En
qué momento el destino y Cupido comenzaron a salir juntos? Nos dejamos guiar
por el sentimiento, un sentimiento probablemente guiado por las películas de
amor, o los traumas infantiles, pero quizá no nos demos cuenta de que el
romanticismo, ese cortejo que tuvieron nuestros abuelos en la posguerra o
nuestros padres a ritmo de Loquillo o Supertramp ha evolucionado con el tiempo.
Nos
quejamos de que no tenemos el cuento de hadas pero cuando encontramos a nuestro
príncipe (o princesa) azul no hacemos más que encontrar brujas y sapos que nos
obstaculizan ese camino hacia el amor, o el sexo estable que tanto anhelamos o
deseamos tener. Pero el problema sea que quizá el cortejo ha evolucionado y
nosotros ''devolucionamos'' a la época de nuestros abuelos y bisabuelos donde
lo importante era una carta y un beso en la mejilla y no un sms y un morreo mal
dado. Si tenemos lo que por época tecnológica y vaguedad o vergüenza sentimental
nos merecemos pero deseamos lo que no hemos experimentado… ¿somos una
generación que además del norte hemos perdido el…sentimiento?
No
hace mucho…y lo justo para que deje de serlo, intenté probar, como tantas
personas, esas ‘’presuntamente’’ magníficas páginas de contactos donde el
propio romanticismo brilla por su decadencia y ausencia. Paso a paso te
explican las grandes ventajas y las pequeñas inconvenientes de utilizar dichos
servicios, para comenzar a ‘’gozar con el ratón’’ buscando el ‘’amor’’ debes
antes crearte un perfil, con tus datos, tus inquietudes, tus pasiones, tus
hobbies, tu formación, tu trabajo…de una tacada cortan por lo sano el encontrar
la pregunta correcta o el tema de conversación, la gran ventaja que te dan todo
el trabajo hecho, la ‘’pequeña’’ desventaja que se cargan por completo la parte
romántica llamada ‘’conocimiento de la otra persona’’. Ya no hace falta saber
‘’a qué se dedica, qué hobbies tiene’’ ya te lo dicen, tú sólo tienes que poner
picardía al ‘’estudias o trabajas’’ convirtiéndolo en ‘’a qué dedicas el tiempo
libre’’ parafraseando a Perales…entre otras perlas que siempre funcionan.
Y
no funcionan porque la gente sea estúpida o porque quien las escriba sea de
inteligencia superior, sino porque todos están (o mas bien estamos) al mismo
nivel. Las personas que usan, han usado o usarán ese medio llamado páginas de
contacto, no es más que la búsqueda de algo más. Todos jugamos en la misma
liga, sólo que en divisiones diferentes. Las personas lujuriosas puede que sean
de primera categoría físicamente pero sentimentalmente no llegan a tercera
regional, puesto que sólo buscan sexo por el sexo, pero en el fondo no es mas
que el vacío de un sentimiento que no existe o la huída de una mala
experiencia, también es el encuentro del sexo por el sexo, porque quizá sean
muy atrevidos detrás de una Interface pero ‘’face to face’’ no se atrevan tanto
y necesiten allanar el terreno.
Y
luego estamos el resto en la división de ‘’quiero conocer a alguien
interesante, porque creo que hay algo en mí que no va bien y no sé asumirlo yo
sólo, ¿puedes quererme y aceptarme sin conocerme?’’ suena desesperado,
peyorativo y denigrante pero es algo que debemos aceptar, por lo menos en mi
propia experiencia el mensaje era similar, no tan caótico, pero me he dado cuenta
inconscientemente de que quizá el motivo por el que entré no fuera realmente
‘’me he metido para realizar investigación personal sobre el tema…’’ si alguien
de mi círculo se ha tragado eso, es tonto al 50%.
Si
me metí fue en parte por eso de ‘’probar las cosas’’ pero he tardado un par de
experiencias en descubrir que quizá buscaba o mantenía la esperanza de
encontrar algo más, pero resulta iluso, no tanto como paradójico, esperar
encontrar el amor a través de algo superficial como una foto y el perfil que
nos inventemos. Aunque hay una baza que juega a favor de los que realmente no
saben qué hacer para atraer a la gente, la sinceridad.
Puedes
ser muy guap@, tener unos preciosos…músculos, y fingir una vida interesante,
pero si a la hora de la verdad has mentido en alguno de esos tres factores que
todo el mundo espera encontrar a la perfección en relación consigo mismo
entonces el ‘’karma cibernético’’ (seguro que existe) te pone en tu lugar;
automáticamente ese perfil tan atractivo pasa a ser un cuadro difícil de
observar. Pero la gente que es sincera y no teme a mostrarse tal y como es, es
quien llena ese pequeño porcentaje de la estadística titulado ‘’gente que ha
encontrado pareja estable…y no murió en el intento’’. Si, efectivamente existe
ese porcentaje, es pequeño, precioso y envidiado por los que seguimos buscando
cual botella de golosina líquida, esperando un sabor que se quiera quedar en
nuestro paladar.
Pero
si la sinceridad ayuda y la mente abierta de la otra persona se deja conocer y
conoce, ¿no será que la suerte en el amor es una actitud y no un milagro?
Siempre se envidia a la fea que se liga a los guapos o al gordo que se liga a
las modelos…o a la fea que se liga a las modelos y el gordo que se liga a los
guapos; pero cuando los vemos en su terreno, a punto de comenzar la caza en el
campo de batalla, alucinamos cuando vemos usar su mejor arma, una que supera a
cualquier músculo, se llama personalidad.
Cuando
una persona tiene personalidad y es seguro de si misma, no teme en acercarse a
la barra, o planear una semi-estrategia con fallos cuyos resultados suelen ser
altamente satisfactorios…cuántas veces hemos dicho ‘’perdona, el/ella puede y
¿yo no?, (sin mirarnos antes en el espejo) ¿a qué juega el mundo?’’…a darte con
la puerta en las narices para ver si te espabilas, el mundo no va a ponerte
delante de ti a ese amor platónico, debes ser tú quien salga y aproveche el día
a día y la situación que se le plantee o que se plantee y tomar el cubata por
los cuernos, darle dos hostias a la situación, acercarse a la persona y
preguntarle ‘’y cuando no sales de fiesta… ¿a qué (coño) dedicas tu tiempo
libre?’’
O
puede que sea menos complicado que todo eso y simplemente el amor, al igual que
las personas…mejor dicho, al formar parte de las personas se adapta a los
nuevos tiempos; si lo pensamos un poco tiene sentido. Los tiempos cambian y por
ello las formas; si cambia un estilo personal, ¿porqué no el amor? Al fin y al
cabo cada uno tiene su estilo sentimental y sabe con qué queda mejor su alma y
no su cuerpo. Si en los sesenta se llevaban los pantalones de campana y en los
ochenta los vaqueros raídos… ¿porqué en los ‘’dos mil’’ seguimos dando vueltas
de campana por unos pantalones y nos dejamos arrastrar por situaciones
raídas?...en qué momento no evolucionamos.
Si
en la época de los abuelos una mirada, un beso en la comisura de los labios y
una sincera carta era el cortejo, y el calentón sexual se suplía con la
querida…y en la época de nuestros padres, el cortejo era beber con Bruce Springsteen
en una fiesta, una mirada, un morreo en la cama de sus padres y el calentón
sexual siempre era suplido en portales de edificios o con un Seat Marbella en la Fuensanta (o zona
geográfica correspondiente a cada provincia)…¿porqué no realizamos el cortejo y
calentón sexual que nos brindan una cámara web y el piso de un amigo? Cuándo ''devolucionamos''
sentimentalmente mientras que el tiempo sentimentalmente se adapta a nosotros.
Qué era antes la evolución de la persona respecto a las relaciones en general o
la devolución de la persona al acatar el romanticismo de la ‘’new new age’’… ¿cuándo
decimos te quiero?
Quizá
demasiadas preguntas, en base a mi experiencia sólo me abro a conocer a
cualquier tipo de persona que sepa hacerme reír en dos frases y que esas dos frases sean unidas con un mínimo de
coherencia. En base a mi experiencia ajena, mis amistades, todo varía pero
confluye en el mismo punto ¿quiero que me quieran? Entonces entramos a la
tercera gran pregunta de esto… ¿cómo queremos que nos quieran? Encontramos a
alguien que por afinidad social y laboral puede ser perfecto para nosotros,
pero no nos trata como nos gustaría y no folla bien; o encontramos a alguien
que folla bien y nos trata como hubiéramos querido en un pasado y que por el
contrario no tiene ninguna afinidad…si el amor perfecto no existe, y el
platónico nunca es tangible, ¿es conformarnos con lo primero que nos diga
‘’ojos verdes tienes’’ la única opción?
O
al contrario que nuestros padres, que la mayoría se casarían jóvenes y
embarazados, debemos seguir buscando por qué nuestra generación no esté
preparada para relaciones serias. Cuándo esa decisión resulta desesperada y
cuándo resulta coherente… ¿se pueden juntar desesperación con coherencia, o es
incoherente? Pero si cada uno juntase tan sólo dos experiencias ajenas y otras
dos propias a la pregunta de si resulta efectivo ese intercambio social llamado
página de contactos, encontraremos un alto porcentaje de satisfacción
sentimental y, curiosamente, otro alto porcentaje de gente sexualmente satisfecha.
Porque otro tipo de persona que te puedes encontrar son los infieles…al
matrimonio y a la pareja, me refiero a ese tipo de hombre que quiere probar la
homosexualidad, o esa mujer que pretende tirarse a dos tíos…mientras su marido
decide probar otras aceras. En ese caso lo coherente es asumir lo que cada uno
quiere o para evitar resultar desesperado es mejor esconderse tras un perfil y
mantener una vida correcta, ¿qué es mas correcto en el inconcreto camino de las
relaciones sentimentales y sexuales…la coherencia o la corrección?
Por mi parte, de momento, no está resultando
una mala experiencia, si es cierto que
hay que saber a quién das tu número y a quién propones una cita….pero siendo
francos, si nunca hemos llegado a conocer a ese familiar que dormía puerta con
puerta, ¿cómo pretendemos llegar a conocer a alguien a quien ni siquiera vemos?
Será esta una nueva acción de fe en el Cupido del siglo XXI y aún no nos hemos
dado cuenta. Romanticismo frente a Cortejo Cibernético…supongo que la pregunta
sería ¿pueden convivir en una evolución de ambos? Y la respuesta como siempre
sería ‘’no lo sé cada uno es un mundo aunque estemos cortados por el mismo
patrón’’. Mi respuesta, déjate llevar, pero con cabeza, porque si te aceleras
en el romanticismo es probable que confundas sexo por amor y así sólo consigas
un ''corte de luz'' en el cortejo cibernético y nunca sepas realmente lo que te
puedes llegar a perder al no conocer a esa persona que no conoces, pero que
conoces bastante de ella’’.
Dicen
que hay peces en el mar, pero si no navegas es probable que no les llegue la
caña, pesca con cabeza y haz caso del eslogan…''pequeñines no, gracias, hay que
dejarlos crecer''. Pero no desesperes, tras ese botón de enviar se puede esconder
una persona interesante, sólo interesa saber cómo es la otra persona.
Aprendiendo que el romanticismo si puede ser el cortejo cibernético, si cambian
las personas, el pensamiento y las ciudades, porqué no puede cambiar algo tan
pequeño y grande como el amor. Basta cambiar la carta por el e-mail ya que
olvidamos lo mas importante, que si hay sentimiento en el mensaje da igual el
medio por el que se envíe dos palabras tan significativas como por cantidad insignificantes ‘’te quiero’’.
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