Como quien viaja a lomos de una yegua sombría, por la ciudad camino, no
preguntes a dónde; busco acaso un encuentro que me ilumine el día, y no hallo
más que puertas, que niegan lo que esconden […] vivo en el número siete, calle
melancolía, quiero mudarme hace años, al barrio de la alegría, pero siempre que
lo intento ha salido ya el tranvía, en la escalera me siento, a silbar mi
melodía. (Joaquín Sabina – Calle Melancolía)
¿Cuántas veces nos hemos sentido
perdidos caminando por calles que nos llevan a ninguna parte, con la
incertidumbre de si el paso dado es el correcto o no? ¿Alguna vez os habéis
sentido así cuando en una primera cita te preguntan ‘’qué buscas?
Y quién se atreva a decir que
conoce la respuesta acertada, que comience a organizar cursos de formación
porque considero que hoy en día, la gente está sentimentalmente muy perdida. Ya
no sabemos si buscamos la frustración de experiencias pasadas en las futuras, o
si buscamos aceptación sin importarnos quien nos acepte. Algun@s querrán soñar
grandes dramas románticos, otr@s ‘’sólo’’ grandes expectativas de comedia
romántica…y habrá quien deseé saber qué quiere querer y quien deseé saber qué
es lo que de verdad quiere.
Yo, después de muchos exámenes internos,
análisis de errores de toma de decisiones, y encontrar un ‘’quién es quién’’ de
las citas…me he dado cuenta que quiero lo simple.
Quiero una conversación al final
del día con la que aprender algo nuevo o experimentar una discusión de posturas
en un tema. Quiero una mano que me empuje a lo que no me atrevo y que me
levante cuando me arriesgue a comer suelo. Quiero una bronca a grito pelado y
después pedir disculpas, quiero comunicación.
Pero, oyendo la canción del
maestro, en conclusión puedo afirmar que quiero un sofá con vistas a una
mirada, de complicidad, de desacuerdo, de empatía, de risa, de llanto….en
definitiva, una mirada con emociones. A cambio, prometo mirar de la misma forma, aceptando que nadie es perfecto y todos metemos la pata.
Dedicado este corto post, a todos
los que sin ser puta ni monja, disfrutan de la vida sin temor a afirmar ‘’no me
importa vivir y disfrutar, hasta encontrar ese compañer@ de sofá con vistas’’
P.D.: la canción tiene miles de impresiones, probablemente habrá quien haga otra lectura, esta es sólo una de las tantas que puede tener y que la musa me ha dado hoy.
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