Pensar sin morir en el intento. 01/11/11
¿Se
valoran los pensamientos? Y de ser así, ¿cuánto vale un pensamiento?, hasta qué
punto nos detenemos a pensar o priorizamos sobre otras actividades, quehaceres
o vicisitudes, el concepto no importa, el tiempo para pensar. Mi nombre importa
bien poco, tan sólo diré que me
encuentro posiblemente en el punto de mi vida mas importante y trascendental en
el que estoy aprendiendo a afrontar los hechos según un comportamiento y según
una búsqueda eterna sobre mi forma de ser, mi Yo.
Pero
en una época donde lo valorado tiende a
ser lo material y lo infravalorado es, seguramente, lo que mas importe, ¿hasta
qué punto es importante pensar? Se dice últimamente, que si no reflexionas no
tomas las decisiones pertinentes, y sin esas decisiones no eres mas que un
‘’borrego social’’ más que se deja influenciar por el entorno el cual ha
elegido para rodearse.
Hace
bien poco, o bien mucho, depende del valor que se le quiera dar al tiempo, una
profesora de las que a todos gusta y pocas queda, leyó un texto mío el cual no
viene al caso, pero en el momento de la crítica expuso que la generación de
jóvenes que habitamos el planeta hoy día no se preocupa en pensar, o
directamente no sabe. ¿Significa
entonces que somos una generación intelectualmente desaprovechada? Lejos de
pretender dar una imagen de filósofo que no soy, y de manifestar mis
pensamientos o ideas sobre la de otros (un comportamiento completamente ajeno
al mío propio) aprovecharé la oportunidad que me brinda esta Era de la Tecnología con un poco
de la capacidad de comunicación que ofrece, para dar rienda suelta a mis
pensamientos y que los reciba y comprenda quien los quiera recibir y
comprender.
Respecto
al tema que da título al texto, simplemente diré que no es difícil pensar, y
mucho menos pensar bien; aunque si es cierto que pensar demás puede acarrearnos
problemas, ya que sobrecargamos nuestros pensamientos embotando la salida a
nuestras ideas, con lo que en realidad no sale las correctas sino las negativas
que hacen mas fuerza en nuestro cerebro. Así, lo único que se puede conseguir
es una confusión más que un pensamiento. Entonces, si pensar poco no ayuda, y
pensar mucho supone un suicidio intelectual, ¿dónde se encuentra el término
medio?
Es
pensar en un período de tiempo, se basa quizá en el primer impulso que no
suponga un cargo de conciencia en las consecuencias que acarree dicho
pensamiento (porque debemos ser conscientes que si cada pensamiento implica una
posterior acción, esta va acompañada de una consecuencia), ¿es pensar lo que
queremos pensar cuando pensamos?...ante tanto pensamiento, ya no sé qué poder
pensar, qué no se debe pensar, y en qué pensamientos basar mis acciones.
Aconsejado
por muchos, me enfrasco en lo que puede ser la ‘’blogg-experiencia’’ por
excelencia, o simplemente un artículo (o entrada, o comentario, o diarrea
mental…) en un blogg que se cierre por falta de adeptos…pero intentaré expresar
mis pensamientos, mis ideas, mis temores, en total, mi yo, si a alguien le
gusta bien, y si a alguien no le gusta, mejor, significa que hay diferencia de
pensamientos y entonces se rebate por completo la idea de que la gente joven no
sabe pensar, pero pensemos pues, si la gente joven no sabe pensar, los
pensadores del pasado caerán por el ciclo de la vida, y los pensadores del
futuro están en manos de ''pocoyó'' entre otros…¿habrá un parón social en el
pensamiento? ¿Leeremos una lápida que ponga ‘’pensó en paz’’ y una fecha con
intervalo de veinte años hasta que la siguiente generación despierte y piense por
nosotros…pecadores?
Piensan
que no sabemos pensar, pero creo que hemos demostrado mas que suficiente que
sabemos pensar, y si yo, que ni me considero pensador, ni lo soy, se pensar y
expresarme, ¿porqué no demostrar mediante el blogg o las redes sociales que
sabemos pensar mas allá de expresar donde estuvimos de fiesta? No hay que ser
aburrido para pensar, ni perder el tiempo, es mas, no soy aficionado a la
lectura, aunque si a la redacción…sólo sé que no debemos demostrar que pensamos
(me acabo de cargar toda la iniciativa) sino a nosotros mismos. Pensamos luego
existimos, así que no nos cuesta nada dedicar un poco de nuestro día a día a
pensar qué queremos, cómo lo queremos y conseguirlo; de esta forma nos
beneficiamos pensando que pensamos bien y demostrándonos que llegamos ante tal
fin. Porque para pensar no hay que morir en el intento.
Espero
sea de vuestro agrado (o de ‘’pensamiento amable’’) este artículo, o post, o
comentario, o entrada…para los curiosos mi nombre es Rafa Baños.
Sobre tu planteamiento: "[...]si pensar poco no ayuda, y pensar mucho supone un suicidio intelectual, ¿dónde se encuentra el término medio?", me atrevería a afirmar que tal término medio se encuentra en un psicólogo o similar, vamos, una persona ajena que nos dé un punto de vista objetivo a nuestras diarreas mentales sin solución aparente, ¿no?
ResponderEliminarUn saludo Rafa, me gusta tu blog nuevecito, tiene buena pinta ;)
Patricia Alba.
Yo creo que cuando la gente mayor dice que los jóvenes no pensáis o que no valoráis la vida o que solo sabéis hacer burradas, no se acuerdan que hubo un día en el que ellos también fueron jóvenes e hicieron lo mismo o algo parecido. Cada edad tiene su tiempo y su modelo de vida y los jóvenes tenéis que disfrutar y por supuesto formaros para el día de mañana.
ResponderEliminarAcabo de conocer tu blog y te prometo seguirlo. Enhorabuena.
Encarna Esteban
Muchísimas gracias por comentar, muchísimas gracias por seguirme, y mil gracias mas aún te daré en cada una de tus críticas constructivas siempre =D
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