Jugando
a pensar después de haber visto una película…perdón, la típica película de
‘’esfuerzo + pasión = sueño conseguido’’ me di cuenta de que en algún
hipotético caso se pueden obtener los sueños…que no las fantasías (aunque
algunas fantasías eróticas se pueden conseguir) no podemos conseguir volar…pero
sí tirarnos de un avión en paracaídas…pero, ¿porqué esa ilusión de conseguir un
sueño?¿realmente es la fuerza que mueve el mundo, la pasión?
Es
una forma quizá, de adquirir auto-confianza. Cuando te propones un sueño, en
realidad lo que haces es materializar una meta en el proceso de realización de
dicho sueño. Pero ¿quiénes son los afortunados? Hace falta algo mas que nacer
simplemente ‘’con estrella’’ puesto que son muchos los ‘’estrellados’’ que
logran alcanzar tal fin. Supongo que no es necesario entonces obtener una meta
concreta, sino una meta abierta cuyo fin sea el obtenido por el camino, es
decir, que en vez de marcarse una meta, sea marcarse un camino, así las
posibilidades pueden ser infinitas teniendo en cuenta las bifurcaciones que se
pueden obtener.
Si
tu sueño es sólo uno, por muchos caminos que hagas siempre finalizarán en un
mismo punto, pero si sólo te fijas en el camino que pisas, hallarás diferentes
metas, ya que no te has marcado sólo una. Pero el problema del ser humano es
que no sabe hasta dónde marcar el límite. Cuándo no llegamos y cuándo nos
excedemos. Eso sólo lo podemos contestar nosotros mismos, mas bien nuestro
cargo de conciencia…supongo que ello es lo que dicta si estamos obteniendo o no
nuestros sueños, el estar a gusto con lo que hacemos y sentirnos orgullosos de
nosotros mismos.
Un
chico puede perder su meta de ser policía, pero si se marca otros objetivos
como por ejemplo dedicarse a la rama de sanidad, no está perdiendo del todo la
meta, ya que en ambas profesiones se ayuda a la gente, sólo que de modos
distintos; entonces podría decirse que esa fuerza que le hizo caminar hacia la
policía puede ser la misma que le haga andar hacia la sanidad, el deseo de
ayudar a los demás en base a unos conocimientos adquiridos y, por tanto, unos
recursos propios que poner al servicio de quien los necesite. Ya que ambos
oficios son igual de loables.
Tampoco
hay un tiempo definido…simplemente circunstancias de doble rasero, ya que no
solo son obstáculos en el camino, sino que además te sirve de prueba para saber
que eres merecedor de lo que obtienes. Para entenderlo me basta con un ejemplo
tan simple como la obtención de un título universitario, recorres años y años
de pruebas, y en ocasiones obstáculos, ya sean justos o injustos, pero el
resultado es decir vulgarmente ‘’por mis cojones que lo consigo’’ y ahí lo
tienes…aunque el obstáculo que menos gracia nos hace es que encima de los años
de matrícula invertidos y el gasto de los mismos, tengas que pagar alrededor de
cien euros para obtener el ‘’diplomita’’
Pero,
qué hay de esa gente que no obtiene un sueño. Los hay que con tesón aguantan de
todo y con 70 años llegan a publicar ese ansiado disco como representación de
su arte, o que tardan 13 años en ser escuchados por las discográficas, o
saliendo del mundo artístico, hay quien hasta que no transcurren 30 años
obtiene el valor y los recursos para emprender nuevos caminos, cualquier
ejemplo sirve, las facultades están llenas de ellos, la luz de su empeño en
hacer la carrera que desean desde hace décadas ciega e inspira a las jóvenes
generaciones que comienzan el mismo camino.
Supongo
que cada sueño, cada meta, varía dependiendo del soñador y de lo soñado, y del
empeño e ilusión que le ponga. Si quieres aprender inglés no basta con comprar
el libro o manual de turno…también hay que abrirlo. Y porqué esa necesidad de
perseguir una meta. ¿Significa una planificación certera de lo que aspiramos a
ser en la vida, o simplemente un vacío que intentamos llenar? Cómo podemos
diferenciar el sueño, o la meta tangible, de la obsesión.
La
obsesión radica de una meta frustrada, un deseo no conseguido, un empeño
realizado con un punto de vista negativo y pésimo, más bien confuso. Entonces,
si no todo es el empeño, y la ilusión ha de ser controlada… ¿radica en nuestro
control de la ambición el límite entre el sueño y la obsesión? Pero cuándo
hemos sido capaces de decir basta.
Si
te gusta un dulce, pides dos; y si en el trabajo tu salario está en los dos mil
euros, intentas por todos los medios obtener tres mil. Supongo que la
conciencia limpia y la mente abierta son los trucos para no perderse…y no
espiritualizo, sino que juego con la hipótesis. Si una conciencia sucia,
turbia, atrapada en los esfuerzos de pisar el trabajo ajeno y de dedicar esa
energía en pisar la gloria de los demás en lugar de obtener la tuya propia;
corres el riesgo de acabar sólo en un grado de confusión, muy distante la meta
marcada, una publicidad nada buena. Porque si los demás ven en ti esa ‘’mala
fe’’ o mal compañerismo como se dice ahora, no sólo no llegas a conseguir tus
propios deseos, o tus propias metas, sino que ayudas a los que tachas de enemigos
a obtener la suya propia, aunque si hay gente que sólo se preocupa de si mismo,
debe haber gente que se preocupe de pisar a los ‘’si mismos’’ del mundo que
quieren obtener su meta con tranquilidad. Aquello de ‘’si hay blanco, debe
haber negro’’
Pero
volviendo del desvarío del ‘’bien y el mal’’; cómo sabemos que ya hemos llegado
a esa meta, sea la que sea, un puesto de periodista, la redacción de un libro,
tener un hijo. ¿Por qué nos sentimos vacíos al obtener tal meta? ¿Es el miedo a
ese vacío lo que hace que consciente o inconscientemente boicoteemos ese camino?...porque
una vez llegado al final del camino ¿qué hay, la muerte de la ilusión? ¿será el
truco buscar una nueva meta, o ampliar la ya obtenida?...será quizá no obtener
una meta y puede que cada ser humano esté destinado a una meta…o que cada uno
pueda encontrar las metas que le salgan del…corazón. (porqué hago preguntas que
me costará responder)
Piense
en lo que piense, siempre vuelvo al mismo punto que es que cada uno es
diferente, que cada meta tiene su campeón y nadie puede rebatirla, será que me
quedo sin originalidad en mis pensamientos, o puede que la expresión ‘’cada uno
es un mundo’’ sea mas amplia de lo que creemos. Aunque entonces cada meta es
distinta, y el logro de la misma depende de la persona que la obtenga, y qué
hay de esa gente que no llega a obtener la meta marcada o directamente no tiene
ninguna mas que la de vivir y llegar a final de cada mes. No es triste pensar
que quizá no todo el mundo tenga esa suerte, aunque también es cierto que esa
supuesta ‘’mala suerte’’ de no conseguir una meta les curte y se adaptan mejor
al medio y a los cambios. Porque está demostrado (por mi mismo) que al
marcarnos un objetivo no podemos salir de ese camino, porque en seguida nos
sentimos perdidos, bloqueados, pensamos que nuestra inutilidad hará imposible
una via de retorno. Y así quizá sea como de verdad se resuelva el misterio de
llegar a una meta, saliéndose del camino, puesto que no somos capaces de
valorar algo hasta que lo perdemos, y ver el camino desde la grada nos impulsa
a decir ‘’no, he dicho que conseguiré ser periodista y ningún plan de estudios
evitará que lo consiga’’…por poner un simple ejemplo.
Dedicado
a las estrellas que no se pierden, sino que se ocultan en las nubes para que
nos esforcemos en verlas y así, saber cuánto vale una simple meta, ya que lo
complejo es saber caminar.
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