viernes, 9 de junio de 2023

#ViernEscrito 01: soy tonto del cuLOVE.

La gran Tina Turner (DEP) versionó en su día el genial temazo ‘’addicted to love’de Robert Palmer, no puedo negar sentirme identificado con la canción, soy de esos adictos a encontrar pareja que tiene a su alrededor bonitas historias de amor, seguro que algunas adornadas, pero historias de amor al fin y al cabo.

Y siempre me surgía la pregunta ‘’¿por qué yo no?’’, pero tras una intensa terapia (que os contaré otro día) he conseguido calmar esas ansias de tener pareja, creía que debía ‘’tener a alguien’’ como si fuera una posesión, y en realidad el poseído era yo por esa ansiedad, puesto que ya vivo con amor suficiente.

He sido invitado a bodas de grandes amigos, y amigos menos grandes; la mayoría de esas historias las viví junto a los protagonistas, e incluso en algunas tuve la fortuna de formar parte, algo que no te puede si no emocionar, que alguien quiera que formes parte de su día ya te hace partícipe, en cierto modo, de esa historia, eres ‘’ese amigo que estuvo cuando…’’. Quizá suene a garrapata sentimental, pero sentir ese calor cuando la pareja se mira y sonríe, disfrutar de esa emoción de un gran acontecimiento, como cuando estás en el karaoke de tu vida y entra tu amiga con el teléfono en la mano y te dice ‘’me ha dicho que me quiere’’ con una sonrisa de oreja a oreja, y mil anécdotas más, sólo puede hacerme sentir cercano al amor, aunque sea al ajeno; y, en cierto modo, pensar que estoy más cerca de conseguir mi propia historia.

Como cuando antes de encontrar tu puesto de trabajo ideal, debes pasar por otros en diversas empresas para saber cuál es el tuyo. Hace unos días decidí hacer un parón tras mi terapia, he visto que estaba muy equivocado, y que me perdonen los que ya eran ilustrados en su verdad, pero no hace falta vivir una relación típica (no soy nada típico, eso es cierto) para poder sentir esa calidez cuando estás con alguien especial.

¿Es el mismo calor que puedes sentir con tu pareja? Está claro que no, pero he percibido esa calidez de cuando estás con esa amistad íntima fortalecida tras varios golpes a lo largo de su existencia, o cuando valoran tu opinión, cuando los hijos de tu amiga te llaman ‘’tito’’ , y un largo etcétera. La sensación a la que me refiero hay quien la llamará conformismo, yo prefiero llamarla plenitud, me siento bien con la vida que llevo y sé que no tengo prisa en encontrar pareja. ¿Significa eso que no quiero tener novio algún día? Jah, ni de coña, creo que lo del papa negro está ahí, ahí con lo de cuando me eche novio. Pero si he tardado 35 años en encontrarme a mí, no creo que tenga que tener prisa en encontrar a esa persona que me haga sentir mariposas en el estómago (y que sea correspondido claro, que no quiero tropezar en esa piedra una segunda vez) y en otras partes del cuerpo.

Chorradas a parte, vuelvo a mi descanso en paz, los que nos gustaría tener pareja, hablo en condicional porque soy el eterno soltero; buscamos y buscamos, y volvemos a buscar, y cuando le decimos a nuestros (hiper pacientes) amigos aquello de ‘’ahora me necesito a mí’’, en el fondo, seguimos buscando.

No puedo negar que parte de esa voluntad por tener pareja se veía por fuera como un desesperado por encontrar a alguien con quien compartir un sofá, pero desde hace unos días es cierto que me siento tranquilo.

Parte del problema de los que somos tontos del cuLOVE, se encuentra en que pensamos que por más buscar, más oportunidades, como cuando te comprabas veinte cantimploras porque sabías que cuanto más compraras, más pronto se encontraba ese regalo, que no era más que un consuelo por cada vez que no encontrabas lo que esperabas.

Y veo que la solución es saber qué es lo que quieres, no buscar hasta que encuentres lo que esperas, porque, al igual que en la vida estudiantil y laboral, en la vida sentimental, pocas veces llega lo que esperas. Son muchos los amigos, casados y no casados, que me cuentan su historia con ‘’justo lo que menos pensaba’’ o ‘’no te vas a creer lo que te voy a contar’’. Obviamente me tengo que creer lo que me digan, aunque en ocasiones me habría gustado que existiera un BOE del amor que me mostrara la verdad de esa anécdota.

Sé que sonará a autocomplacencia pero sí que estoy en ese punto de tomármelo con calma. En los últimos meses me he dado cuenta de que es como si fuera un efecto dominó, no terminaba de darme la ostia con el anterior y ya estaba emocionándome con la ficha siguiente, ¿resultado? Una cosa rara en el suelo, mis expectativas junto con mis ilusiones dibujaban un azar de imagen que poco agradable resulta a la vista (y al recuerdo).

No he dado con malas personas, bueno, algunos egoístas, pero la mayoría gente con la que simplemente no hubo conexión. Pero sé que en lugar de buscar por buscar, debo dejarme llevar (conforme escribo estas palabras, siento los pescozones de todos y cada uno de los amigos que me han dicho lo mismo, pero soy de los que hasta que no reacciono no me doy cuenta). Quizá deba aguantar antes de decirle al amor adiós, como diría Vonda Shepard – Hold out; pero sí que necesito aprovechar que estoy encontrándome en otros aspectos.

Dedicado, a todos los tontos del cuLOVE que sabemos que algún día, podremos hacer partícipes a otros en nuestra propia historia, porque no te voy a negar, como todos, que mantengo esa espera, pero ya no me corre prisa.

Mi canción para este post no podía ser otra que Looking for something (buscando algo) de Vonda Shepard, porque #ViernEscrito está, lo que acaba en punto y final, hasta la próxima.

PD: lo siento, no la he encontrado en español, pero el tema, es igualmente disfrutable.


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